miércoles, 18 de febrero de 2009

Edgar Allan Poe :


Era de noche y caía la lluvia.
Y cuando caía, era lluvia;
pero, caída ya, era sangre.
Y yo encontrábame en la marisma,
entre los nenúfares gigantescos.
Y caía la lluvia sobre mi cabeza.
Y suspiraban los nenúfares,
uno hacia otro,
en la solemnidad de su desolación.

Y de pronto,
a través del leve velo
de la fúnebre niebla,
se levantó la luna.
Y era roja."

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