jueves, 12 de febrero de 2009

LIBRO RECOMENDADO : " 42 días " de Miguel Lorente



Análisis forense de la crucifixión y la resurrección de Jesucristo.



¿Latía aún el corazón de Jesús cuando su cuerpo fue descolgado de la cruz? Como si se tratase de un misterio sin resolver o de una escena del crimen, Miguel Lorente investiga, desde el punto de vista forense, los elementos que la tradición cristiana sitúa en el momento de la crucifixión. El resultado de su trabajo es sorprendente: Lorente descubre signos que lo llevan a concluir que Jesucristo (detenido, juzgado, torturado y crucificado) no murió en la cruz.

En este libro se lleva a cabo un pormenorizado análisis de los estudios que se han realizado sobre la Sábana Santa, tanto de los que cuestionan su autenticidad como de los que la confirman, y, a partir de ellos, del sudario de Oviedo; pero la investigación de Lorente va mucho más allá y se adentra en la exhaustiva documentación histórica. Sin a priori de ningún tipo, Miguel Lorente realiza un análisis científico de los diferentes elementos que confluyen en ese momento capital de la historia de la humanidad para establecer sus conclusiones. Así, los 42 días transcurridos desde la crucifixión a la ascensión de Jesús cobran un nuevo sentido al integrar los resultados de sus investigaciones. Las conclusiones, respetuosas al considerar los dogmas de la tradición cristiana, nos muestran una nueva visión de la Pasión de Cristo.

Así, lo que durante casi 2.000 años miles de millones de personas han creído que fue la resurrección de un profeta, realmente se debió a una resucitación biológica, un fenómeno que existe en la naturaleza, aunque no deja de ser muy excepcional, según argumenta el médico forense.

Desde el FBI, con los que he trabajado, me dieron mucha bibliografía y pruebas con las que empezar. Lo primero fue evaluar la autenticidad de la Sábana Santa y encontré elementos que indican que no es falsa y que hubo supervivencia sobre ella. Con ello, lo que he intentado es insertar el conocimiento científico en un entorno histórico", explica Lorente.

Lorente relata todas las heridas que sufrió Jesús desde ese momento. Para empezar, en el huerto de Getsemaní sufrió una hematidrosis (sudor de sangre) causada por su estado de ansiedad ante lo que le esperaba. Después, le dieron 40 latigazos con un flagelo acabado en varias tiras de cuero con bolas, que le provocaron 120 heridas. A ello se añade la corona de espinas y la propia crucifixión que, según el forense, le debieron causar un cuadro de shock, agravado por la pérdida de sangre y otros fluidos y la deshidratación consecuente.

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